El Bosque y Conchal Isla Seca protege el patrimonio natural y cultural de Huaquillas

El Bosque y Conchal Isla Seca fue declarado Área de Conservación Municipal por ordenanza expedida el 28 de junio de 2021 de parte del GAD Municipal del cantón Huaquillas. Está ubicado cerca de la frontera con Perú, entre la Reserva Ecológica Arenillas (al noreste) y la ciudad de Huaquillas. Es un pequeño remanente de Bosque bajo y Arbustal deciduo de tierras bajas (bosque seco) que ha quedado intacto cuando todo lo demás ha sido devastado para la construcción de piscinas camaroneras.

El Área de Conservación Municipal Bosque y Conchal Isla Seca tiene una superficie de 10,81 ha y está conformado por dos ecosistemas muy frágiles: el bosque seco y un área de manglar con salitral del sector Jama – Zapotillo, ambos ecosistemas se han visto fuertemente afectados por el cambio de uso de suelo para el desarrollo de actividades acuícolas; estos bosques contienen un alto nivel de endemismo al ser el hábitat de árboles como el Ceibo, Hualtaco, Muyuyo, Palo Santo, arbustos leñosos, algarrobos, cascol, cactus, uña de gato y de una diversidad de fauna como pericos caretirrojos, amazonas, pericos cachetigris, periquitos del pacífico, loros, perro monte de sechura, murciélagos, aves marinas que habitan en el manglar.   

El patrimonio natural con el que cuenta Isla Seca yace sobre un piso de valvas de conchas prehispánicas, en el cual el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural ha hecho prospecciones y ha propuesto delimitaciones que ayuden a proteger el sitio arqueológico, su formalización de parte de este instituto se encuentra en la ficha de inventario de bienes patrimoniales que consta en el Sistema Nacional de Información del Patrimonio Cultural Ecuatoriano (SIPCE, antes ABACO). Tiene aproximadamente 4.000 años de antigüedad y es importante debido a la extensión y altura de las pilas de restos de conchas (principalmente Ostrea columbiensis y Chione sp.) y los tiestos encontrados. Los montículos forman un anillo semicircular, de unos 6-7 m de altura, con algunos montículos que alcanzan los 17 m de altura (Castro, 2012).